Otra de nuestras tradiciones navideñas es poner un árbol

Durante el proceso evangelista del siglo VIII en Alemania, San Bonifacio cortó el árbol del universo para acabar con la adoración de los dioses paganos desde la óptica del cristianismo. Como reemplazo, colocó un pino con hojas perennes, simbolizando el amor de Dios. Además, lo adornó con manzanas para representar el pecado original y con velas para simbolizar la luz de Cristo. A medida que ha transcurrido el tiempo hasta la actualidad, las manzanas se han transformado en bolas y las velas en luces, dando forma al actual árbol de Navidad.